18 de març 2013

¡ME PONE DE LOS NERVIOS ! ¿Qué podemos hacer ante las relaciones difíciles?

 
De acuerdo a lo que en otros artículos hemos comentado, las personas somos únicas e irrepetibles y tenemos que esforzarnos para adaptarnos a situaciones, personas, sentimientos, que en muchas ocasiones nos pueden plantear una barrera o una forma de desenvolverse diferente a lo que nosotros somos, nos gusta o valoramos…como también hemos indicado en otras ocasiones, es básico en nuestras relaciones el desarrollarlas desde el diálogo, la disposición a comprender al otro y el hacer crecer nuestra capacidad para ponernos en el lugar de los demás en circunstancias difíciles o incómodas….pero qué complicado se hace cuando en una relación no podemos soportar ni tolerar a la otra persona por diversos motivos (porque no tenemos nada en común, porque es insufrible, porque simplemente no lo aguanto, porque me ha dañado..ya sea por la vanidad, el egoísmo, el autoritarismo…)
Ante las personas que nos pretenden hacer daño en la vida  tenemos varias opciones, dependiendo del tiempo que estén presentes en nuestras vidas, porque no es lo mismo afrontar el saludo cuando la ves ocasionalmente que cuando has de trabajar o es un familiar o has de compartir vivienda con este tipo de personas…ante la primera circunstancia al encontrarnos ocasionalmente con la persona molesta podemos optar por evitar el contacto con ella, opción rápida y práctica, pero lo que podemos llegar a intentar cómo mejor opción es comprender que si alguien pretende hacernos daño, nosotros no debemos entrar  en su juego como víctima, con esta opción de permanecer en nuestro sitio y no dejarnos persuadir por el otro estamos más activos, y con ello nos sentiremos más capaces y fuertes que evitando el encuentro…
si no tenemos más remedio que convivir con esta persona horas o días, podemos ir a la opción de aceptarla tal y cómo es, sin dejar que nos intimide y nos haga sentirnos mal, dándole respuestas que nos mantengan íntegros en nuestra forma de ser y ver las cosas, sin ser agresivos, sarcásticos ni irónicos, sino sinceros y claros en nuestros planteamientos, que vea que no hay nada que hacer, mostrando seguridad en nosotros mismos…tomando la reflexión que no vamos a poderla cambiar, pero si podemos actuar sobre nosotros mismos en nuestra actitud,  no dejando que nos minen nuestra autoestima; si bien es cierto que estas personas y situaciones existen, todos hemos pasado malos momentos con personas que disfrutan generando situaciones conflictivas y dañando a los demás, pero ante esto una buena opción es utilizar nuestra inteligencia lógica y práctica:
primero, tenemos que discernir si estamos percibiendo las cosas tal y como son, en caso de ser real, intentar dialogar y razonar el porqué ha sucedido tal discordia, si no llegamos por medio del diálogo intentemos discernir que parte de responsabilidad tengo en la situación y qué actitud es la mejor para que me afecte lo menos posible, en caso de mantenerse intentar reflexionar sobre uno mismo, para fortalecernos, qué pienso y siento sobre la persona, qué repercusiones tiene para mi, cómo me está afectando el enfrentamiento, y después del análisis tomar una decisión sobre la actitud que he de tomar hacia esta persona que no me repercuta en mi salud ni equilibrio personal.
Es posible que las situaciones más conflictivas que vivamos nos estén repercutiendo, pero ante ellas uno mismo es el que tiene la primera y última palabra de cómo quiere que le afecte...


Patricia Catalá
Orienta psicólogos



1 comentari:

  1. De acuerdo contigo Patricia. Muchas veces no elegimos con quien queremos estar, pero si podemos elegir cómo queremos estar.

    ResponElimina