29 d’abr. 2013

ASTENIA PRIMAVERAL, “ALGO PASAJERO”


Cuando llega la primavera con los cambios que en ella se producen (la luz del sol más intensa, aumento de la temperatura, los días más largos…) cuando toda la naturaleza parece rebosar de vitalidad,  algunas personas sienten cierto agotamiento, irritabilidad, somnolencia, apatía, síntomas propios de la astenia primaveral, que van  desapareciendo a medida que nuestro organismo se adapta a las nuevas circunstancias estacionales y ambientales.

La astenia es un estado dónde podemos llegar a sentirnos tristes sin motivos aparentes, con cierto abatimiento y ansiedad, con cambios de humor, dificultad para concentrarnos y sensación de hacer un esfuerzo enorme para llevar a cabo actividades que normalmente no lo requieren. Es causada por una disminución de betaendorfinas en el organismo, sustancias que regulan el sistema de bienestar-malestar y que al alterarse produce una sensación de decaimiento y agotamiento. Podemos decir que existen dos tipos de astenia: de origen físico (cansancio y agotamiento corporal) y de origen nervioso que se caracteriza por el cansancio a la hora de realizar alguna actividad mental.

Estos son síntomas de los cambios que experimenta nuestro cuerpo entre estaciones, y que reacciona así cuando ve que empieza una nueva fase a la que ha de adaptarse; muchas de las personas lo sufren y  como hemos comentado anteriormente remite cuando el organismo se ha acoplado a la nueva estación.

Durante estos días la tentación de tumbarse en el sofá y de dejarse llevar por la inactividad es bastante frecuente.
Lo idóneo para aplacar estos síntomas es intentar salir adelante modificando el estilo de vida que solemos llevar y alternar más vida profesional con vida personal, es decir combinar el trabajo, con más descanso y diversión.

En resumen podemos definir la astenia como una debilidad física y de cansancio que experimentamos las personas y que puede mantenerse durante meses. Puede ser síntoma de enfermedades orgánicas o psicológicas, y puede estar también provocada por factores externos, como el estrés, la sobrecarga laboral, la hiperactividad o el sobreentrenamiento deportivo. Esta astenia se presenta con carácter leve durante épocas de cambio estacional como es ahora en la primavera y además de los síntomas expuestos con anterioridad pueden sufrirse transtornos del sueño y del apetito, pero aunque sea bastante común su incidencia suele remitirse en pocos días.
Las pautas para afrontarla es dormir lo necesario, practicar ejercicios que nos promuevan relajación, también hacer otro tipo de ejercicios en los que desarrollemos actividad y seguir una alimentación a base de alimentos que nos den energía.

Patricia Catalá
Orienta psicólogos

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