6 de juny 2013

Ser profesor hoy, riesgo a sufrir “Estrés docente”



De acuerdo al último estudio europeo de las enfermedades profesionales sabemos que la segunda enfermedad que más bajas causa en los países europeos es “el estrés laboral” , caracterizando a la enseñanza como una de las profesiones consideradas altamente estresantes, lo cuál influye en la calidad de la docencia, además de ser costoso a nivel individual, organizacional, económico…pero es el coste social el que más repercusión tiene puesto que son las relaciones personales las que al final tienen la influencia más importante, las relaciones interpersonales que se establecen tanto entre alumnos, como de profesores a alumnos y viceversa y de padres a profesores y al contrario, estas relaciones son las que según su mejor o peor calidad podrán detonar  las situaciones actuales de agresiones y conflictos en las aulas, o activar opciones para afrontar la convivencia de manera más humana y constructiva.
 
La mayoría de profesores vuelve al colegio en Septiembre con ganas y buena disposición, pero cada vez un mayor porcentaje de ellos no pueden evitar hacer referencia a las situaciones problemáticas que viven en las aulas, como el continuo cambio en el sistema educativo,
las crecientes demandas de la sociedad con respecto a las funciones que tienen que asumir como educadores únicos, la necesidad de dar respuesta a las continuas demandas por parte del alumnado en cuanto a necesidades educativas cada vez más especiales, la necesidad de tomar decisiones en situaciones problemáticas sin apoyo…
estas situaciones que se viven hoy en el entorno escolar  se unen a la percepción por parte del profesor del bajo reconocimiento social de su trabajo, y a la indefensión ante situaciones que no puede resolver sin la colaboración de padres y de otros profesionales, volviéndose fuentes de tensión entre los profesionales de la educación desencadenando estrés y ansiedad  que puede manifestarse en “Sentimientos de desconcierto e insatisfacción frente a los problemas reales de la enseñanza, cortando su implicación personal hacia su trabajo de educar…huyendo de las situaciones conflictivas, deseando abandonar la docencia”, etc…¿qué pasa con el apoyo al profesor? ¿cómo podemos mejorar la calidad educativa? ¿es responsabilidad únicamente del profesor? ¿tenemos algo que ver los padres con esto?

Se dice que el primer paso a la hora de dominar el estrés es reconocer su existencia; sin embargo, a las personas que asocian el estrés con alguna debilidad personal o incompetencia profesional les resulta difícil aceptar esto; para algunos profesores admitir que tienen problemas en clase equivale a decir que son malos maestros, teniendo miedo de revelar sus problemas profesionales a sus colegas, que los considerarían síntomas de fracaso; junto a esto se une la demasiada incertidumbre en cuanto a nuestros sistemas educativos  y  la falta de comprensión, colaboración y responsabilidad que algunos padres muestran respecto a la labor de los maestros y otros profesionales de la enseñanza; con todo esto dejamos que nuestros hijos vayan pasando de unos a otros sin que nosotros tengamos claro en qué va a repercutirles, siendo su formación escolar no solo “académica”  dado que nuestros hijos se están formando también como personas y en esto estamos juntos profesores y padres…
Propongo que seamos los profesionales de la educación los primeros que retomemos el sentido que nos da a nuestra vida la profesión que desarrollamos, planteando juntos nuevas formas, opciones y actuaciones que nos den continuidad en ella, recordando que tenemos la enorme gratificación de ayudar a formarse a niños en adultos responsables y libres, que constituirán nuestra futura sociedad adulta.


 Patricia Catalá
Orienta psicólogos
                                              

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