Desde hace mucho,
las personas hablamos de la influencia del clima en nuestro estado de ánimo….
Este pensamiento es cierto y parece haber empezado antes de que la ciencia
pudiera darnos razones
del porqué, como muchas de nuestras creencias.
No podemos huir de la relación que
nos une con nuestro sistema solar y los ciclos de la tierra alrededor del sol (las
estaciones), la influencia del sol ha desarrollado y ha hecho evolucionar
nuestras vidas en la tierra, unidas a las de las plantas y animales, e
influidas por el clima y todos los mecanismos que lo componen (los gases que
forman la atmósfera y nos protegen, La latitud yendo las temperaturas en
descenso del ecuador a los polos, los campos magnéticos, etc…). Si esto varia
en función del sol y su intensidad sobre nuestro planeta…¿cómo influye sobre
nosotros?
Las personas tenemos un reloj
biológico interno del cerebro, que nos
despierta y nos hace dormir, que nos provoca hambre a las mismas horas en las
que estamos habituados a comer, regula la temperatura corporal, la presión
arterial y la liberación de varias hormonas, marcándonos nuestra actividad
diaria en función del día y de la noche. Este reloj es llamado científicamente
como Ritmos circadianos (alrededor de un día), y actúa en función de la
secreción de determinadas hormonas que son activadas por la luz o la oscuridad,
en este caso la luz solar. De ahí que estemos totalmente ligados y vinculados
biológicamente a la influencia de la actividad del sol.
Si las estaciones marcan las
diferencias en la intensidad del sol y en la duración de su luz, también
determinan nuestros ritmos circadianos, y sería mucha su influencia si
dependiéramos de su luz únicamente como lo hacen los animales y las plantas. Desde
un punto de vista evolutivo, resulta ventajoso para nuestro cuerpo el regularse
a través de estos mecanismos puesto que le permite ahorrar energía, para
tenerla cuando más la necesite.
Este reloj biológico es un tema de
profundo estudio a nivel científico, actualmente no sabemos ciertamente su
evolución, si que está regulado por el núcleo supraquiasmático y el hipotálamo,
y que una de las hormonas que regula este ritmo biológico es la melatonina,
hormona producida por la glándula pineal en respuesta a la oscuridad de la
noche, que estimula el sueño y ayuda a regular nuestro reloj biológico.
Hay personas más sensibles a estas
diferencias de luz por su genética, metabolismo…etc, y como todo en primavera
renace y despierta, en las personas se manifiestan ciertos síntomas, como más
activación de la habitual, más energía, mayor motivación por las actividades
que realice.
Tal vez nuestra
conexión con el Universo haga que sintamos sincronías con él que muchas veces
no sepamos explicar, pero la ciencia continua investigando y encontrando más
respuestas a nuestras preguntas.
Utilicemos la ciencia para aclarar
nuestras dudas.
Patricia
Catalá
Orienta
psicólogos
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