11 de març 2015

La Energía de la Primavera

Desde hace mucho, las personas hablamos de la influencia del clima en nuestro estado de ánimo…. Este pensamiento es cierto y parece haber empezado antes de que la ciencia pudiera darnos razones del porqué, como muchas de nuestras creencias.
 
No podemos huir de la relación que nos une con nuestro sistema solar y los ciclos de la tierra alrededor del sol (las estaciones), la influencia del sol ha desarrollado y ha hecho evolucionar nuestras vidas en la tierra, unidas a las de las plantas y animales, e influidas por el clima y todos los mecanismos que lo componen (los gases que forman la atmósfera y nos protegen, La latitud yendo las temperaturas en descenso del ecuador a los polos, los campos magnéticos, etc…). Si esto varia en función del sol y su intensidad sobre nuestro planeta…¿cómo influye sobre nosotros?

Las personas tenemos un reloj biológico interno del cerebro, que nos despierta y nos hace dormir, que nos provoca hambre a las mismas horas en las que estamos habituados a comer, regula la temperatura corporal, la presión arterial y la liberación de varias hormonas, marcándonos nuestra actividad diaria en función del día y de la noche. Este reloj es llamado científicamente como Ritmos circadianos (alrededor de un día), y actúa en función de la secreción de determinadas hormonas que son activadas por la luz o la oscuridad, en este caso la luz solar. De ahí que estemos totalmente ligados y vinculados biológicamente a la influencia de la actividad del sol.
 
Si las estaciones marcan las diferencias en la intensidad del sol y en la duración de su luz, también determinan nuestros ritmos circadianos, y sería mucha su influencia si dependiéramos de su luz únicamente como lo hacen los animales y las plantas. Desde un punto de vista evolutivo, resulta ventajoso para nuestro cuerpo el regularse a través de estos mecanismos puesto que le permite ahorrar energía, para tenerla cuando más la necesite.

Este reloj biológico es un tema de profundo estudio a nivel científico, actualmente no sabemos ciertamente su evolución, si que está regulado por el núcleo supraquiasmático y el hipotálamo, y que una de las hormonas que regula este ritmo biológico es la melatonina, hormona producida por la glándula pineal en respuesta a la oscuridad de la noche, que estimula el sueño y ayuda a regular nuestro reloj biológico.

Hay personas más sensibles a estas diferencias de luz por su genética, metabolismo…etc, y como todo en primavera renace y despierta, en las personas se manifiestan ciertos síntomas, como más activación de la habitual, más energía, mayor motivación por las actividades que realice.

Tal vez nuestra conexión con el Universo haga que sintamos sincronías con él que muchas veces no sepamos explicar, pero la ciencia continua investigando y encontrando más respuestas a nuestras preguntas.

Utilicemos la ciencia para aclarar nuestras dudas.

Patricia Catalá

Orienta psicólogos

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