Dependerá mucho de
nosotros vivir bien con los demás, lo podemos aprender no sólo para caer bien,
sino para sentirnos integrados socialmente, siendo un factor clave del
bienestar emocional. Las
habilidades sociales son
una serie de conductas y gestos mediante los que expresamos sentimientos,
actitudes, deseos y derechos de la persona siempre de una manera adecuada y de
modo que resuelven satisfactoriamente los problemas con los demás.

Podemos
describir algunas habilidades como:
La expresión de
la cara: la sonrisa, la mirada…nos puede ayudar a acercarnos y conectar con los
demás, facilitar la comunicación y suavizar tensiones.
La postura
corporal, los gestos expresan como nos
sentimos interiormente, según sea nuestra forma de sentarnos, de caminar, de
gesticular con nuestras manos cuando hablamos…
La forma de
hablar: el tono, el timbre de nuestra voz, puede expresar seguridad y dominio
de la situación si es adecuado ( ni bajo que no nos entiendan bien, ni alto que
transmita agresividad)…
Si controlamos
bien y sabemos utilizar estas habilidades de comportamiento no verbal como es
la expresión de nuestro cuerpo, y verbal como expresamos lo que pensamos y
sentimos de nosotros mismos, de los demás y de la situación… podremos empezar a poner en marcha nuestra
conducta asertiva, que es la más hábil socialmente porque supone la expresión
abierta de los sentimientos, deseos y derechos pero sin atacar a nadie. Es
decir, ser asertivo es expresar el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
Pero ser asertivo no significa la ausencia de conflicto con otras personas,
sino el saber resolver los problemas cuando surgen. Para poder desarrollar esta
conducta más afirmativa tenemos que valorarnos lo suficiente, no enfadarnos por
nimiedades, e intentar evitar las amenazas, admitir nuestros errores y equivocaciones y tener en
cuenta a los demás evitando ignorarlos.
Las habilidades
para relacionarnos con los demás son conductas aprendidas, y que podemos
mejorar, facilitan la relación con otras personas y nos ayudan a mostrarnos más
como somos nosotros mismos, expresando de manera más clara y afirmativa nuestra
forma de ser, nuestras cualidades y defectos, lo que necesitamos y queremos
conseguir.
No nos cerremos
puertas al diálogo porque todos necesitamos gente que nos respete, que nos
tenga en cuenta, y nos muestre su aprecio y afecto.
Patricia Catalá
Orienta psicólogos
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